EL CUMPLEAÑOS DEL SEÑOR NAPO (Décimas)
Una noche un
sapito
llegó tocando
acordeón,
cantando de corazón
a su querido
papito.
Fue un gesto
muy bonito,
eso no se
puede negar,
pues él quiso
festejar
el día de su
cumpleaños
como lo hace
cada año,
nadie lo
podrá olvidar.
El señor sapo
contento
por tan
bonito detalle,
junto a su
esposa Malle
disfrutó
mucho el momento.
Y el abuelito
Florento
que muy feliz
se sentía,
quiso bailar
con María,
también con
Emperatriz,
y con su
amada París,
La reina de
Animalía.
Aquel sapito
cantor
el hijo del
señor sapo,
o sea, el
hijo de Napo
siempre fue
el hijo mejor.
Se llamaba
Nicanor
y en toda la
región
causaba gran
sensación
cuando el
acordeón tocaba.
Y también
cuando cantaba,
causaba gran
emoción.
Fue una noche
divertida;
la pasaron
muy felices,
rieron,
comieron perdices,
brindaron con
leche hervida.
Hoy da
gracias a la vida
don Napo
porque su hijo,
eso hoy, él
me lo dijo,
es buen
chico, ejemplar.
Sé que
siempre le va a dar,
él, a sus padres
cobijo.