En el bosque
habrá una fiesta
a todos van a
invitar,
porque se va
a festejar
el matrimonio
de Berta.
Habrá comida
y orquesta,
será del año
la boda,
del lobo y
Berta la loba
que está muy
enamorada.
¡Yo estoy tan
entusiasmada!
Bailaré hasta
con la escoba.
Eso le decía
María
una pantera
feliz,
a una mata de
maíz
brincando de
la alegría.
¿Sabes tú,
amiga mía?
¡Estoy tan
emocionada!
Iré bien
entaconada,
con un
vestido brillante,
y un collar
de diamante;
mejor dicho,
bien pinchada.
Llegó el día
soñado
pa la pantera
y los lobos.
Todos
parecían bobos
viendo a los
enamorados,
que de la
mano agarrados
llegaron hasta
el altar.
La loba, el
si iba a dar,
pero tal fue
la emoción;
se le estalló
el corazón
y no se pudo
casar.
El lobo quedó
muy triste
porque su
amada murió.
Él nunca se
casó
y aún de luto
se viste.
La pantera se
resiste
a creer lo
que pasó,
pues jamás se
imagino
quedar con
los crespos hechos,
ella dijo:
¡No hay derecho!
¡No entiendo
que sucedió!