Un gatico
barbicano
de la tierra del
Libano,
con su mochila
de colores,
de la mano de
la abuela lores,
iba a la
escuela contento
gritando a
los cuatro vientos:
¡Soy feliz! ¡Gracias,
señor!
¡Un día seré
un gran doctor!
c
Con una
camisa de melón
un corbatín
de jamón
pantalón de
papayuela
con bolsillos
de canela
y una correa
de cartón
con mil
pompas de jabón,
se vistió por
muchos años.
Y aunque a
nadie le hizo daño
con su
particular apariencia,
tuvo malas
experiencias
porque de él se burlaron
y mucho lo
criticaron.
Pero el
felino ignoraba
las mofas, y continuaba
muy feliz
estudiando,
y por la vida
caminando,
con el deseo
de triunfar
y su sueño
acariciar.
Y un día con
mil honores,
orgullosa la
abuela lores,
vio al gatico
barbicano,
graduarse de cirujano.