En casa de Andrés
cosas raras vi:
Un par de zapatos
con cara de gato.
Una licuadora
que habla como lora.
Y un plátano verde
que casi me muerde.
En casa de Andrés
yo me divertí.
El botín derecho
se colgó del techo.
Ver el artefacto
charlar con un plato
que usaba camisa,
me dio mucha risa.
Y el plátano verde
que casi me muerde,
me besó un cachete
y me dijo al instante:
con lo que hoy has visto
ya tienes bastante,
¡Haz conmigo un frito!