La niña María
se encontraba
triste
porque su
mascota
al cielo se
fue.
Lloraba y
lloraba
le hacía mucha
falta
su amado Fifí
su `perrito
fiel.
Con
melancolía
ella
recordaba
los días tan
felices
que pasó junto
a él.
Jugaban,
corrían
y lamía su
cara
su hermoso
canino.
¡Nadie como
él!
Pero una
noche
radiante, la
niña
observó que
en el cielo
brillaba una
estrella.
Era su
cachorro,
y feliz
sonreía,
y desde ese
día
también ríe
ella.
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