Iba Dorotea la vaca más
fea
a comprar un rico
dulce de maní
y en el camino conoció
a Rufino
un toro elegante, muy
apuesto y fino
que apenas la vio se
quedó extasiado
y chorreando las babas
un largo suspiro, sin
querer lanzó.
¿Qué te está pasando
hijo de mi alma?
Le dice su madre la
vaca Rubí.
Me ha gustado mucho y
mi mayor deseo
es pronto, muy pronto
llevarla al altar.
Le dijo Rufino con seguridad.
Le dijo Rufino con seguridad.
¿De esa horrible cosa
tú te enamoraste?,
Objeta su madre. ¡Tristeza me da!
Tú que eres tan bello,
¡no puedo creerlo!
pero asì es la vida, debe ser verdad
lo que reza el refrán.
lo que reza el refrán.