EL GATO
MICHÍN Y EL GATO MICHÒN
(Poema
narrativo)
Esta es la
historia de dos gaticos
uno muy
grande, el otro chiquito
uno muy
blanco, el otro negrito
uno muy
gordo, el otro flaquito.
¡Oíd
jovencillos! su ama les dijo,
he visto un
ratoncillo, muy goloso y pillo,
así que os
pido, velad la alacena,
todo está
provisto, pa la nochebuena.
Pero el gato
Michìn, el más chiquitín,
se quedó
dormido en un blando cojín.
Y el gato
Michòn, el más grandulón,
se quedó
dormido dentro de un cajón
Y aquella
noche de todo pasó.
A las once en
punto, llegó a casa un coche
del cual se
bajaron con mucha premura
catorce
ratones de extraña figura.
Cinco sin
camisas, nueve sin calzones
siete sin colitas,
siete muy colones,
dos sin
orejitas, y doce orejones
pero los
catorce, eran muy patones.
Los
animalitos entraron sonrientes
y se
dirigieron rumbo al anaquel
y no hallaron
nada, nada que comer
nada había
dejado el ratón Joel.
¡Eso no se
hace!, ¡eres un felón!
Gritaron en
coro, desilusionados.
Te comiste
todo, la natilla, el pavo
el dulce, el
pastel, ¡eres un glotón!
Tremebundo
susto se llevó el roedor
al ser
descubierto, y mucho lloró.
Muy
arrepentido por su vil traición
a sus
hermanitos les pidió perdón.
Pero ellos
estaban muy decepcionados
y aquellas
disculpas no las aceptaron.
Adiós le dijeron,
nos vamos de aquí
y ya no
queremos saber más de ti.
Lleno de
dolor, Joel se acostó
sobre una
butaca y allí se durmió.
De repente el
gato Michín lo sintió
y con mucho sigilo,
fue y ¡zas!, lo cazó.
.
Un gran
desayuno se dieron los gatos
pero al poco
rato, su ama, iracunda
les dijo:
vosotros, largaos de aquí,
y de
despedida les zampó una tunda.